
Un secreto a voces es que nadie está dispuesto a recibir a los refugiados gazatíes. Algunos se niegan para perpetuar el conflicto y así acusar a Israel constantemente. Otros, la mayoría, se niegan porque los líderes palestinos son muy exigentes. Lejos de sentirse agradecidos por la hospitalidad que se les dispensa, suelen considerar que el territorio que pisen debe regirse por el Islam, lo que no precisamente concuerda con el proyecto de sus anfitriones. En el caso de Israel, sus demandas se agravan, porque además de todo inventan que esta tierra “les pertenece”. No dejan ninguna alternativa al Estado judío más que defenderse con firmeza. Sólo cuando los abandone su ideología irredentista, el mundo se mostrará deseoso de recibirlos. Porque quienes ya lo hicieron en el pasado, hoy en día recogen los huracanes de violencia y odio que, ingenuamente, no habían previsto. –GUSTAVO PEREDNIK –https://chat.whatsapp.com/DxlhHO7leWNK27KuKddbY3

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