Los educadores notamos frecuentemente la incomodidad de muchos adolescentes al tener que diferenciar entre AGRESIÓN y USO DE LA FUERZA. En toda contienda se hace uso de la fuerza, pero la agresión suele ser atribuible a una de las partes. En la guerra actual, obviamente Israel emplea la fuerza: para defenderse, para liberar a nuestros secuestrados, y para vencer al terrorismo islamista. La confusión deriva del adoctrinamiento “progre” que cundió en las últimas décadas sobre un mundo dividido entre los “opresores” (sin derecho a usar la fuerza ni siquiera para defenderse), y los “oprimidos” (cuya agresión es legítima debido a su condición). Dado que los judíos pertenecerían al primer grupo, y los palestinos al segundo, se deslegitima toda defensa de Israel. Para superar la mentira debe refutarse a los “progres” y procurar alejarlos de los resortes de poder en los que se han instalado.
GUSTAVO PEREDNIK

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