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Prudencia y escepticismo generalizado Varios analistas coinciden en que aunque el plan de Trump ha reunido cierto respaldo internacional, hay un escepticismo importante, especialmente dentro de la comunidad palestina, por medios árabes e incluso entre estados vecinos — sobre si Hamás aceptará los términos, y si realmente se podrá implementar en la práctica.  Se señala que muchas exigencias del plan — desarme, entrega de rehenes en plazos cortos, entrega del control de Gaza, cesión parcial del territorio, superposición de fuerzas internacionales, etc. — son vistas como imposibles o altamente costosas para Hamás.  También se subraya la falta de confianza mutua, y el temor de Hamás de que si acepta, estará en desventaja fuerte, sin garantías claras.  Presión sobre Hamás y su aislamiento Algunos analistas apuntan que Hamás está en una posición relativamente debilitada: los costos militares, humanitarios y diplomáticos le han pasado factura, y algunos de sus aliados regionales podrían estar menos dispuestos a apoyarlo si el bloqueo y las sanciones persisten.  Países como Egipto, Qatar y Arabia Saudita están intentando influir mediáticamente o por vía diplomática, proponiendo modificaciones al plan, asegurándose de que se incluya una etapa de liberación de rehenes y mejores garantías para los civiles.  Rechazo de los términos que implican cesión total del control Un punto recurrente es que Hamás no acepta renunciar al control de Gaza, al menos no sin sentirse seguro de lo que viene después. Los analistas esperan que hay aspectos del plan que serán rechazados desde el inicio: el desarme inmediato, el ceder poder de gobierno, etc.  Incertidumbres políticas internas en Israel Se señala que incluso con el respaldo formal de Netanyahu al plan, hay tensión interna fuerte: miembros de la coalición de gobierno de derecha lo rechazan, considerando que no garantiza “la derrota de Hamás” o que ceden demasiado. Ese grado de división puede complicar compromisos o el cumplimiento real de lo prometido.  Reservas sobre si será duradero Algunos analistas creen que incluso si Hamás aceptara o negocia parcialmente, la implementación será complicada, podría haber violaciones, falta de claridad sobre quién supervisa qué, control del territorio, garantías de seguridad, reconstrucción, etc. Se menciona que los acuerdos temporales (ceses del fuego, liberación de rehenes) son más probables que los cambios estructurales profundos.  Apoyo regional y diplomático como clave Otro consenso es que sin un apoyo fuerte de mediadores regionales (Egipto, Qatar, Arabia Saudita, los países vecinos), y la implicación de actores internacionales (ONU, otros estados), cualquier acuerdo tiene pocas probabilidades de sostenerse. Además, muchos creen que esos terceros pueden moderar el plan, introducir modificaciones o versiones intermedias.